Todos ganan: la era del Marketing de afiliación

Esta modalidad de marketing tiene como evidente ventaja que el anunciante solo paga cuando verdaderamente obtiene resultados

Las ventajas son claras para todos los implicados. Los anunciantes acceden a nuevos clientes sin disparar los costes, los afiliados rentabilizan sus medios de comunicación y los consumidores acceden a propuestas y promociones de verdadero interés.

Según la versión más extendida, el marketing de afiliación nació en el ya lejano 1996, cuando el fundador de Amazon, Jeff Bezos, tuvo la ingeniosa idea de vincular su exitosa página a las de otros vendedores y permitir que estos obtuvieran una comisión por cada libro vendido. Más de veinte años después, este modelo no solo sigue permaneciendo vigente, sino que se encuentra en proceso de expansión gracias a las posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial.

Sin duda, una de sus ventajas del marketing de afiliación es que el anunciante paga únicamente cuando obtiene resultados, que pueden ser conversiones, leads, clics, etc. Para que esto sea posible, los productos o servicios se promocionan en las páginas de los denominados “afiliados”, que otorgan espacio publicitario a cambio de una comisión cuando por fin se alcanza el objetivo pactado.

Este tipo de promoción proporciona claras ventajas a todos los “actores” que participan en el proceso. Los anunciantes pueden abrirse a nuevos potenciales clientes, sin necesidad de diseñar estrategias adicionales de marketing, y, por tanto, controlando de forma fiable sus presupuestos. Los afiliados obtienen resultados económicos que les permiten optimizar páginas web, blogs, podcasts, etc. y continuar con su labor divulgativa. Y, en último término, el consumidor se beneficia de recomendaciones personalizadas, relacionadas directamente con la información que suele consultar.

La IA al servicio del Marketing de Afiliación

Hasta ahora las cookies habían sido aliados indispensables en este tipo de relaciones comerciales, ya que permitían rastrear el comportamiento del usuario para comprobar la ruta seguida hasta completar el proceso de compra. Sin embargo, el nuevo escenario sin cookies de tercera parte (es decir, sin aquel archivo que se descarga en nuestro navegador, pero que proviene de un dominio diferente al que estamos visitando) no es ningún impedimento para que este tipo de marketing siga siendo efectivo.

La Inteligencia Artificial (IA) está destinada a convertirse en una herramienta fundamental para el desarrollo de campañas de marketing de afiliación. Un ejemplo de ello son los programas de afiliados basados en datos obtenidos en tiempo real, que permiten estudiar de forma efectiva el comportamiento del consumidor. Gracias a ello, los proveedores de una marca y los afiliados pueden identificar rápidamente a sus audiencias, para establecer sinergias de colaboración y promocionar productos en sus respectivos canales.

La IA también permitirá optimizar los contenidos idóneos para la afiliación gracias al uso de palabras clave. Asimismo, resulta tremendamente útil para obtener información sobre el rendimiento de los anuncios y generar KPIs (es decir, los Key Performance Indicator o indicadores clave de desempeño que sintetizan la información sobre la eficacia de las acciones para poder tomar las decisiones más adecuadas).

 

De las webs a los buscadores

La afiliación de páginas web es la forma más sencilla en la que se presenta este tipo de marketing. Suele ser, además, muy útil ya que permite promocionar los productos y servicios en los lugares más adecuados, a los que acceden los usuarios interesados en el imaginario asociado a la marca. Sin embargo, debido a la especialización de dichas páginas, uno de los problemas puede ser que solamente nos permita llegar a un número muy reducido de personas potencialmente interesadas.

Por eso, una modalidad especialmente interesante puede ser el marketing de afiliación a través de buscadores. En este caso, los afiliados consiguen llevar al consumidor hasta los sitios web de los anunciantes a través de anuncios en buscadores basados en un sistema de pago por clic. El afiliado promociona los productos o servicios del anunciante comprando palabras clave en un canal como Comparision Shopping Center de Google (CSS).

Existen otras modalidades a tener en cuenta, como el marketing a través de cash back, basado en plataformas que reparten sus ingresos con los usuarios en forma de ingresos, puntos canjeables, descuentos o promociones; o el email marketing, en el que el afiliado saca partido de una base de datos propia, relacionada con el producto que quiere promocionar el anunciante.

Otras opciones a tener en cuenta son las bases de datos de corregistro (un sistema que se basa en unir a varias empresas en un mismo boletín al que pueden suscribirse los interesados en un tema determinado) y el marketing a través de redes de afiliación, que sirven de intermediarias entre las marcas y los ciudadanos a gran escala, proporcionando información relevante sobre ventas y comisiones.

Evidentemente, para que este marketing sea verdaderamente útil hay que perseguir siempre la relevancia en la comunicación, lo que implica investigar a fondo los canales favoritos de las audiencias para hallar los más adecuados para la difusión de nuestros mensajes. También es importante que la relación con los medios de los afiliados se establezca de forma “amigable” para el consumidor, para que la publicidad no sea percibida como algo intrusivo. Asimismo, hay que tener en cuenta que el marketing de afiliación no debe buscar resultados instantáneos;  su propósito más bien debería ser establecer relaciones sólidas y duraderas con partners que permitan dar a conocer la marca y sus productos a un público realmente interesado.